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La reciente semana bursátil fue testigo de un cambio significativo, ya que los grandes inversores comenzaron a vender de forma extensiva, lo que se tradujo en la primera retirada de valores individuales en ocho semanas, según el análisis de las transacciones de los clientes realizado por Bank of America.
Aunque el índice S&P 500 subió un 1,1%, los clientes de la agencia de valores fueron en general vendedores de valores estadounidenses, con un total de ventas de 700 millones de dólares. Este episodio de ventas netas fue el primero en tres semanas. Por el contrario, hubo preferencia por la compra de fondos bursátiles, pauta que apareció por primera vez en un mes.
El repunte de las ventas estuvo impulsado predominantemente por los grandes inversores, que experimentaron su segundo mayor nivel de retiradas desde 2008, y el más significativo desde 2015, con especial atención a la desinversión en los sectores de Tecnología y Consumo discrecional.
Por el contrario, los inversores particulares y los hedge funds fueron compradores en general. En particular, a pesar de las sustanciales retiradas de la semana pasada, las retiradas mensuales de los grandes inversores en enero fueron coherentes con la media de cinco años.
En cuanto a las tendencias sectoriales, los clientes se desprendieron de valores en siete de los once sectores de la Clasificación Industrial Internacional Uniforme, especialmente en Tecnología y Bienes de cons. perecedero, donde se registró el tercer nivel más alto de retiradas jamás registrado. El sector financiero mantuvo su tendencia de retiradas por octava semana consecutiva, y los gestores de inversiones siguieron manteniendo una inversión significativamente inferior a la media en valores bancarios.
Por el contrario, el sector de Servicios de Comunicación ha experimentado compras continuadas durante las últimas 13 semanas, la secuencia más larga de cualquier industria, mientras que el sector Industrial ha comenzado a ver entradas de inversiones tras un periodo de 11 semanas sin entradas, lo que indica un cambio en las perspectivas de los inversores con respecto a estas industrias.
Aunque se han ralentizado, las recompras de acciones propias por parte de las empresas se han mantenido por encima del ritmo habitual por undécima semana consecutiva. Las recompras en lo que va de año, en proporción al valor total de mercado del S&P 500, superan ya los niveles máximos de 2023 para el periodo correspondiente.
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