Fernando, que no quiere dar su nombre real por miedo a represalias, lleva trabajando como repartidor de Telepizza desde septiembre. Por teléfono asegura que desde entonces nunca ha cobrado a mes vencido. “Siempre con un retraso mínimo de 20 días”, dice. Esto es, continuamente ha tenido que esperar más de mes y medio para ingresar su nómina. Trabaja en un local franquiciado —que no pertenece a la compañía pizzera— en el barrio madrileño de Gaztambide, y le acaban de decir que no saben cuando podrán pagarle los sueldos de diciembre y enero.
No es el único con este problema. Todos sus compañeros, y los de otras pizzerías de esta cadena en Madrid, están en la misma situación. Y se han cansado. Hasta el punto de que hace una semana, en alguno de estos locales, como el que se encuentra en la zona de Quevedo, colocaron un cartel pegado a la caja registradora que decía: “Aún no hemos cobrado diciembre. Así que, lamentándolo mucho, hoy no servimos pizza y bebida sin fin. Disculpen las molestias”. Varios días después, la persiana del local apareció con una pintada en color negro: “Telepizza no paga a sus trabajadores. Huelga general”, que sus empleados niegan haber realizado.
“No hemos dejado de trabajar. No al menos al 100%. Todos los empleados hemos venido todos los días y hemos cumplido con nuestro horario. Otra cosa es la intensidad con la que lo hayamos hecho”, reconoce uno de los empleados del local de Quevedo, que tampoco quiere dar su nombre. En su caso, sí que ha cobrado la nómina de diciembre. “Hoy [por el 31 de enero], concretamente”, dice. Pero no tiene noticias respecto a cuándo ingresará la próxima. “Por aquí no viene nadie a decirnos nada. Nos informan por correo electrónico”, protesta.
Los locales de Gaztambide y Quevedo pertenecen a la sociedad Regonsa Inversiones S.L., que suma otra docena más de franquicias repartidas en distintas zonas de Madrid, y que, según las últimas cuentas que ha presentado al Registro Mercantil, cuenta con 141 trabajadores. La compañía, que se constituyó en 2017, arrojó pérdidas de 405.835 euros en el ejercicio de 2022. Una situación contable comprometida que venía arrastrando desde un año antes, cuando cerró 2021 con un balance negativo de 1.907.158 euros.
“Nosotros sabemos que tienen deudas con Telepizza, y que el pasado mes de diciembre estuvieron negociando una venta con ellos para saldarla. Finalmente, no se hizo y nadie nos explicó por qué”, reconoce el empleado de Quevedo. Uno de los dos administradores de esta sociedad también ostenta el mismo cargo en otras compañías del sector de la alimentación, como los restaurantes El Kiosko.
Consultadas por este periódico, fuentes de Regonsa rechazan hacer cualquier comentario apelando al contrato de confidencialidad que las franquicias mantienen con Telepizza. Sin embargo, aseguran que la situación con todos los trabajadores “ya está solucionada”. Fernando niega haber cobrado la nómina de diciembre, y asegura que nadie de esta sociedad se ha puesto en contacto con la plantilla de su establecimiento para resolver la situación. Una persona cercana a la sociedad señala que estos problemas de pago derivan de “los que arrastran muchos franquiciados con sus franquiciadores”.
Daño reputacional
La junta de accionistas del Grupo Telepizza acordó en 2020 cambiar la denominación de la compañía a Food Delivery Brands, un grupo en el que opera con otras marcas del sector como Pizza Hut, Jeno’s Pizza y Apache Pizza, y con presencia en España y otros países. Fuentes cercanas a la compañía muestran su “incomodidad” con la situación que están viviendo estos trabajadores en Madrid. Aseguran que por el modelo de negocio que representan las franquicias —en las que son las sociedades o los particulares que las adquieren los responsables de la relación con sus trabajadores— “no pueden intervenir directamente” para corregir su situación, y lamentan “el daño reputacional” que esta circunstancia está provocando a la imagen pública de la marca. También niegan que existan problemas con el resto de franquiciados, alrededor de 350, y que aglutinan más de 700 locales.
La denuncia de los trabajadores ha despertado la solidaridad de los clientes. “No me parece ni medio normal tener a la gente trabajando con toda tu cara y no pagarles. Pides un crédito y punto, pero no dejas abandonada a la gente. Vergonzoso”, reza una de las últimas críticas que constan en el perfil digital de esta tienda. “Es indignante y vergonzoso lo que está sucediendo con los trabajadores del local, que llevan meses sin cobrar, pero siguen trabajando, demostrando una profesionalidad que a los sinvergüenzas de los responsables de Telepizza”, señala otro.
Un mensaje en la red social X (antes Twitter) publicado por un usuario se hizo viral y amplió la dimensión de la protesta. Los trabajadores de estos locales no están sindicados, pero valoran hacer una huelga para denunciar la situación. También aseguran que han puesto el caso en conocimiento de la Inspección de Trabajo.
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